Es la primera vez que voy al Buenos Aires Rojo Sangre y es cierto también que no he visto tanto como hubiese querido (por horarios, más que nada, y porque el fin de semana, confieso, estaba muy cansada y me quedé en mi casa).
La primera que vi, fue la norteamericana Pig. Filmada como un falso plano secuencia hasta poco antes del final (donde allí el montaje sí ya es intencional), la película narra poco: un psicópata que secuestró a unos jóvenes y se divierte torturándolos, jugando con ellos.
Después fui a ver con mi hermana (que espero no me haya odiado porque creo que no le gustó y nada) Trash. Una película que empieza de manera muy interesante y sólida pero para terminar más centrada en sus imágenes grotescas, sus burlas, y sus rarezas (con un epílogo a nivel imagen muy interesante). Ese mismo día, vi una serie de Cortos chupasangres y Caníbales, donde me entretuve muchísimo. Habían algunos realmente muy buenos, otros más flojitos, unos que se tomaban el tema muy en serio, otros más cómicos.
Y él último día que fui, vi MyM, Matilde y Malena y Ubaldo Terzani Horror Show. La primera, Argentina, filmada en Córdoba, con imágenes y música muy atractivas, una película muy onírica con muchos colores pop. Aunque se queda bastante en lo estético.
La segunda, es italiana, y rinde homenaje al cine splatter de los 80. La historia es atractiva. Un cineasta que quiere hacer su película pero el productor no lo ve lo suficientemente vendible entonces lo manda a escribir con Ubaldo Terzani, un escritor de novelas de terror, que se caracteriza por el realismo que en su horror se percibe. Se genera una relación rara discípulo-maestro mientras el joven comienza a ser azotado por pesadillas extrañas. Por supuesto todo se vuelve más raro y terrorífico hasta llegar al gran descubrimiento del final.
En fin, me pareció un ciclo interesantísimo, porque es ese tipo de películas que sean buenas o no, a mí me entretienen horrores.
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