Hubo una vez en que me la pasaba jugando con mis muñecas Barbie que todo el mundo me regalaba porque sabían que las amaba. Y mi preferida era aquella a la cual, inspirada por la Gwen Stefani de No Doubt en la época de Return of the Saturn, le corté el pelo y se lo teñí con papel crepé de color fucsia.
O que, fascinada por el juego Mortal Kombat, con mis hermanas jugábamos (siempre de manera muy inofensiva, por lo cual creo que es mentira que esos juegos hacen a las personas violentas) a ser diferentes personajes y peleábamos, y yo era siempre Kitana, con mi invisible abanico hecho de cuchillas.
También me gustaba jugar a la maestra pero siempre siendo yo la maestra. Y mis hermanas me odiaban porque prácticamente las obligaba. Como yo era la mayor, me sentía con el derecho a hacerlo.
Puedo contar también que me encantaba ver películas de terror y que no me provocaban sobresaltos ni posteriores pesadillas. Creo que no tenía ni seis años cuando todos se quisieron ir a dormir y yo quise, y así hice, quedarme sola en el living viendo Chucky el Muñeco Diabólico.
O que tenía cuadernos enteros en los que escribía poemas de amor.
En fin, a veces me gustaría volver a esa edad de constante juego.
2 comentarios:
bloguear es para mí es recuperar un poco de ese juego
BLoguear es hermoso; pero siempre se vuelve a la infancia. Reunite con amigos y vas a ver jaja+
Besos
ed_rain en TW :D
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