Esta película la incluí en el primer puesto por varios motivos: primero y principal porque es simplemente mi película preferida, así nomás; segundo, porque es de las que más difícil me resulta alejarme, yo soy como varios de sus personajes, y varios de esos otros se parecen a gente que conozco y me rodea; y por último, porque es la que mejor define lo que es la familia: como dice su tagline, no es una palabra, es una oración. Porque no hay familias ejemplares, son todas disfuncionales y nadie puede elegir a la suya.
Puedo hablar de cada aspecto de la película, pero me limitaré a la trama principal para no extenderme tanto.
Tres niños genios que cuando son adultos (o eso aparentan) son tres fracasados, personajes hundidos en su dolor, ya sea por una esposa que murió trágicamente, o un amor prohibido entre ellos. Un padre que tras el divorcio los abandonó, siendo niños, y que al enterarse que su ex tiene una propuesta de matrimonio, aparece intentando volver a ganarse a su familia, fingiendo una enfermedad mortal que lo lleva a vivir, sin darse cuenta, los mejores días de su vida.
Tenemos entonces a Chas, quien tiene un enorme resentimiento hacia su padre; a Richie, el preferido, el único que era invitado después de la separación a las salidas con su padre, quien una vez fue un exitoso tenista; y a Margot, escritora de obras teatrales aunque hace años que no escriba ninguna, adoptada, de quien su padre ni siquiera recuerda su segundo nombre, si acaso tiene uno.
Es una pelícla tragicómica, hermosa estética y musicalmente, llena de momentos emblemáticos y con un final perfecto: en cámara lenta, como nos acostumbra Wes Anderson, y Van Morrison sonando de fondo.
1 comentarios:
Voy a tener que ver esta película :)
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