Producida por Wes Anderson y dirigida por Noah Baumbach, éste último nos cuenta un relato inspirado en el momento de su vida en que sus padres se divorciaron (aunque él insiste en que no es autobiográfica). Fue por eso que Wes, a quien Noah quería como director, lo convenció para que fuera él mismo quien tomara ese puesto: era una historia muy personal.
Dos hijos varones, dos padres escritores y un gato. Cuando le dan la noticia del divorcio a sus hijos y cómo van a diagramar la semana, mientras el pequeño llora, el mayor pregunta "¿Y qué hacemos con el gato?".
La niñez y la adolescendia de estos hijos se ve perturbada por esta situación. El pequeño comienza a rebelarse, a jugar con aquello que sabe es incorrecto; el mayor deja a su novia, con la cual se llevaba muy bien, sólo porque su padre lo convence de que "siempre se puede tener algo mejor".
En un acto escolar, interpreta una canción 'que él mismo escribió'. Una canción de Roger Waters, defendiéndose él diciendo que no pudo escribirla porque alguien más ya lo había hecho, pero es igual a si él la hubiera escrito.
En fin, "Historias de familia", como la estrenaron en nuestro país, es otra de esas películas con la cual no va a costar sentirse identificado, aunque a simple vista sus personajes parecieran extravagantes y demasiado loosers.
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