Tengo varios motivos para escribir sobre ella. Iba a escribir hace unos días sobre la noticia que la tuvo en boca de todos, su carta a New York Post donde explicaba al tratamiento al cual se había sometido, pero en el cual además dejaba en claro cuánto amaba a su familia (al fin y al cabo lo había hecho por sus hijos), cuánto se sentía apoyada por su pareja (Angelina y Brad me hacen creer en el amor) y además alentaba a las mujeres a cuidarse, y a ser precavidas. Como todo lo que es público, ha obtenido opiniones y críticas tanto a favor como en contra, y creo que éstas últimas han sido producto de una incorrecta comprensión de las palabras de mi amada. Otro motivo bien podría haber sido su aparición reciente tras esta noticia, las premieres de World War Z (hasta ahora hubo dos pero seguro en estos días la veremos en algunas más), acompañando a Brad Pitt en la red carpet, enfundada hasta ahora en un vestido negro de Saint Laurent para la premiere mundial que se realizó en Reino Unido y luego en un trajecito con camisa con lazo, de la misma marca y color. Pero el motivo principal por el que post es publicado el día de hoy, es porque ella nació hace exactamente 38 años.
Sí, hoy cumple años ella. No sabría qué decir que no haya dicho ya. Todos me conocen y saben de mi infinito amor y admiración por una mujer que para mí lo es todo, mucho más que simplemente un monumento de persona, mujer hermosa hasta el hartazgo tanto físicamente como en su interior. Porque inspira lo mejor de mí. Porque me hace querer ser mejor.
Puede sonar exagerado, puede gente no entender, pero Angelina, sin saberlo, así como me pasó a mí seguramente a muchos otros admiradores, se ha convertido en una parte primordial de mi vida. Porque siempre cuento que sí, que para mí a veces personas, o películas, o canciones, o libros, impregnan demasiado en mi existir. Y ella es mucho más que una actriz que me gusta.
Así que tengo excusas demás (y sé que nunca me van a faltar) para volver a mencionarla en mi blog.
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