El increìble Edward Norton

¿Por qué me gusta tanto Edward Norton? La verdad, no sabría dar una razón específica. Sí sé que hoy por hoy el es mi actor preferido. Sí, el #1.

Con una carrera prolífica y muy variada en el cine, Edward Norton es un actor que yo creo está a la talla de un grande como Robert De Niro, con quien ya trabajó en dos ocasiones (The Score y la reciente y no estrenada aún aquí Stone). Ha pasado por todos los géneros: desde los más clásicos como comedias (Death to Smoochy) y dramas (25th hour), hasta películas de acción (The Italian Job), o ciencia ficción (Incredible Hulk), o inclusive terror (Red Dragon). Hasta ha llegado a dirigir una agradable comedia protagonizada por él mismo junto a Ben Stiller (Keeping the Faith). Es un actor que a mí me hace querer ver una película, aunque en ésta no aparezca su rostro y sea un bodrio absolutamente caro como lo fue Kingdom Of Heaven. No olvidar además que Ed protagonizó una de las mejores películas de los últimos tiempos: Fight Club, del generalmente genial David Fincher.

Pero me voy a centrar en una película que, también, sólo vi porque estaba protagonizada por él, y me terminó sorprendiendo por completo: Incredible Hulk. ¿Por qué no esperaba mucho de esta película? Primero y principal, porque es un género al cual no me siento muy afine, que me cuesta disfrutar, que no siempre me llega. Segundo y no, la adaptación de Ang Lee. Digo 'y no' porque en realidad la película protagonizada por el aquí bastante insulso Eric Bana y la siempre hermosa aunque a veces desaprovechada Jennifer Connelly me resultó tan aburrida que no pensé que a un nuevo intento de adaptación podría costarle mucho superarla. Y tercero porque, seamos sincero, no me imaginaba muy Hulk a Ed.


Sin embargo pudo sorprenderme. Fui al cine casi sin expectativas y salí contenta. La película es un entretenimiento asegurado, con todos los elementos de este tipo de películas que yo, insisto, por sí mismos no me resultan tan atractivos, pero hay mucha 'humanidad' (si es ése el término adecuado) en cada uno de sus personajes, sobretodo en el de Ed. Porque Bruce Banner es un hombre enamorado que tiene que sacrificar su amor a causa de su condición tan particular, pero a la vez, la dueña de ese amor, la hermosísima Liv Tyler, cuando vuelve a ver a Bruce, no puede abandonarlo. Porque se miran y se conocen, se aman, y bajo la lluvia se besan. Y creo que es una de las escenas más lindas que vi en películas de este género.


Es cierto que el momento del film que se me hace un poco más tedioso (como me suele suceder siempre, o sea que el problema debe ser mío más que nada) es ésa lucha final entre los dos Hulks (ojo, que Tim Roth está muy bien también en lo suyo) que se me hace un poquito bastante larga, y siempre me da la sensación sirve más para demostrar lo geniales que son los efectos especiales que, sorry, a mí no me venden una película.

Pero cerrando, Edward lo hizo otra vez. Nos entregó un personaje diferente y le agregó lo suyo. Además, si no me equivoco, tengo entendido que Ed llegó a modificar bastante el guión a su antojo cuando lo tuvo entre manos y debo decir, no le salió nada mal.