31 agosto 2012

No todo lo que brilla es glitter


Si hay una película que me tiene fascinada desde la primera vez que la vi por casualidad hace varios años por algún canal de cable, es Velvet Goldmine.

Un joven Christian Bale es Arthur, periodista que en la época del glam rock fue un adolescente que se sintió identificado con toda esa movida, y echado de su casa al no ser aceptado.

Jonathan Rhys Meyers es Brian Slade, el máximo ídolo de la época, cuya carrera terminó cuando fingió su propia muerte en el escenario.

Ewan McGregor es Curt Wild, alguien que enloquece con el sonido de la guitarra eléctrica.

Jonathan Rhys Meyers también es David Bowie. Ewan McGregor también es Iggy Pop. Y la película retrata la supuesta relación entre ellos dos.


Todd Haynes nos regala una película que, con la estructura de Citizen Kane, nos retrata una época llena de glitter, buena música y libertad sexual. Y lo hace de la mano de artistas como Thom Yorke, Jonny Greenwood (Radiohead), Andy MacKay (Roxy), Ron Asheton (The Stooges), Thurston Moore, Steve Shelley (Sonic Youth) y Paul Kimble (Grant Lee Buffalo), que interpretan canciones de la época y algunas nuevas que encajan a la perfección.

Cabellos de colores, glitter, plumas, plataformas, mucho maquillaje. Todo vale.

Disfruten:

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