28 noviembre 2012

Infinitos

Stephen Chbosky llevó a la pantalla grande su pequeño gran libro, esa historia de Charlie contada a través de cartas dirigidas a alguien que no sabemos y no necesitamos saber quién es, ese reflejo de la adolescencia como la época caótica de nuestras vidas, donde necesitamos estar acompañados de amigos, a la vez que nos vamos descubriendo, y luchamos con los fantasmas de un pasado borroso. Les dejo un link (click) con mis impresiones sobre esta película que, confieso, me hizo llorar más que lo que me hizo llorar el libro.


Aceptamos el amor que creemos merecer. Desde que leí el libro que no me puedo sacar esa frase de la cabeza. De repente, lo entiendo todo. Por qué no pude quedarme con quien me daba más de lo que yo creía que me merecía. Por qué me dejé romper el corazón por quien nunca me dio nada. Por qué vuelvo a enredarme con quien no me ofrece aquello que yo necesito. Por qué mi mamá... bueno, esas son cosas suyas. Aceptamos. El amor. Que creemos. Merecer.

1 comentarios:

Cele ▲ dijo...

Tarde pero seguro. Un relato íntimo, sin más explicaciones de las necesarias. Hace tiempo no lloraba, ni me enamoraba de una película, como ayer. Simplemente adore.