29 mayo 2014

Cómo destruir a un villano

Maléfica era el mal en persona. Hermosa, seductora, pero una arpía. Y Angelina Jolie en esta escena que ya había salido a la luz como parte de la promoción, parecía la persona perfecta para interpretarla.

Pero entonces, ¿por qué hoy estoy tan indignada con esta película? Primero y  principal aclarar que de la indignación y dolor que siento, no me voy a estar preocupando por avisarles o no de los spoilers, así que si no quieren saber no me lean.


El motivo principal por el que esta película no me gustó es que no es un punto de vista diferente al de la película de Disney de 1959 (que seguramente nos acompañó en todas nuestras infancias, si cuando la veía ni siquiera era consciente del tiempo que tenía!), es otra historia. Otra historia que se agarra de algunas pequeñas puntas para asegurar que es "otra versión de la historia" pero no lo es. Esta no es Maléfica. Angelina, vos no tenés la culpa, juro y no lo digo sólo por mi fanatismo, que creo que la caracterización era perfecta. Pero esta Maléfica no tiene casi una pizca de maldad. Vamos, le rompen el corazón, se enoja un poco, tira una maldición pero el resto del tiempo es un hada buena. Es el hada madrina de Aurora, es la madre adoptiva. Claro, se nota por qué Angelina Jolie quiso hacer esta película. Pero me duele que la esencia de una de las mejores villanas que nos dio el cine se haya perdido por completo.

Cuando salí de verla, no estaba segura de qué sentía. Creo que quería tanto que me gustara que no me animaba a decirlo: no me gustó. Pero a la hora de hacer balances, de ver qué cosas me habían gustado y cuáles no, ganaban las de este último grupo y por mucha diferencia. Es cierto que además tenerla tan fresca a Sleeping Beauty (porque no pude evitar volver a verla justo días antes) no me ayudó, no podía dejar de compararla. ¿Y la magia? ¿Y el brillo? ¿La maldad hecha belleza? ¿A dónde se fue todo eso?


Ya ni bien empieza la película me chocó ver todo ese despliegue de criaturas y efectitos especiales sin interés alguno. Pero creí que luego se iba a convertir en la película que esperaba. Y no fue así. Si bien algún detalle me gustó (que no sea como ella cree que el verdadero amor no existe, pero sí que eso no sea verdadero amor, al menos no ahora si apenas se vieron, como dice Elsa: "No puedes enamorarte de alguien a quien acabas de conocer"), la gran mayoría no. Y lo que hicieron con las haditas, indignante. El guión no las tienen en cuenta casi nunca.

En fin... mejor no seguir explayándome, no en este estado de enojo y tristeza que tengo para con esta película, que me está haciendo bajarme todo un paquete de Skittles yo sola. Les dejo un link donde ya escribí un poco más: Visión del Cine.

1 comentarios:

Martín Olivé dijo...

Me quedó claro que la película no le gusto.