19 mayo 2015

Entrada de diario #2


No sé por qué me acordé de una chica que conocí una vez, en un infierno de lugar, aunque ni siquiera recuerde cómo se llamaba ella. No sé si hoy estará viva tampoco, no me imagino qué habrá sido de muchas de las chicas que entraron y salieron de ese lugar. La cuestión es que recordé algo que contó una vez.

Dijo que había hecho un curso de enfermería para aprender a sacar sangre. En realidad, a sacarse sangre. Mientras algunos se cortan, otros se drogan o tienen sexo de manera indiscriminada, ella encontró en sacarse sangre su modo de lastimarse.

Y no puedo evitar pensar en lo simbólico. La sangre como fuente de la vida. ¿Sacarse sangre sería como sacarse poco a poco la vida? ¿Sería matarse lentamente?

1 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Curiosamente, se pensaba que era necesario sacarse un poco de sangre, en alguna época. Los médicos empleaban sanguijuelas.