La película más ambiciosa de la cineasta, se llevó duras críticas y algunos abucheos en festivales de renombre como el de Cannes. Pero eso no significa nada. Si esperaban una especie de documental, o de película biográfica, que terminara con la cabeza cortada de María Antonieta, entonces se equivocaron de película.
Sofia nos retrata, otra vez de la mano de Kirsten Dunst, la adolescencia y los cambios que sufre la reina.
Desde su imagen aniñada en su hogar, hasta su miedo cuando llega a Versalles; desde lo divertido de las fiestas, entre tortas y champagne, hasta el aburrimiento en el palacio gigante; desde sus problemas de alcoba con su marido, hasta el amorío que tiene con un Conde muy atractivo; desde sus parrandas nocturnas, hasta su papel de madre; desde su risita ante los rumores de su mala imagen, hasta el abandono angustiante del palacio.
Mientras todo esto es acompañado por decorados desbordantes, impecables y frescos, vestuarios llamativos (que inclusen un par de All Stars que fueron puestas adredes para agregar ese 'toque' de modernidad), y música de rock.
Una propuesta más que interesante que seguramente no va a servir para hacer una tesis sobre el personaje, pero sí para dejarse llevar por lo atractivo de la estética y ver a María Antonieta como lo que era: una simple adolescente, sólo cambia el escenario.
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