The Help es una película relativamente larga (dura un poco más de dos horas), es muy políticamente correcta, tiene humor y escenas que logran conmover y sí, parece haber sido concebida para esta temporada de entregas de premio. No sería raro que la Academia le de una o más estatuillas.
A pesar de eso, de personajes un poco planos (o son muy buenos o son muy malos), de una estética un poco kistch, de algunas escenas que agregan poco a la historia, la película es linda y muy agradable de ver.
Emma Stone es Skeeter, ella quiere ser escritora, quizás periodista, quizás novelista o quizá las dos cosas. Regresa a su casa para encontrarse con la sorpresa de que la mujer que la crió 'renunció', aunque ella está llena de dudas. Hace falta aclarar que hablamos de la Mississipi de los 60s, donde las negras son prácticamente esclavas, hay mucha discriminación y el KKK acechando. Skeeter es una joven llena de ideales, que nunca tuvo novio, cuando a su edad todas sus amigas estaban casadas y con hijos que ni siquiera criaban.
A Skeeter le ofrecen un trabajo en el periódico que la acerca a Aibileen, una de estas empleadas, y al observarla le llega la idea de escribir un libro con el punto de vista de estas criadas. Pero pocas están dispuestas a correr el riesgo de hacer algo así en esta sociedad. A partir de la entrevista a Aibileen interpretada magistralmente por Viola Davis es que se nos va contando estas historias. Mientras, Skeeter se encuentra un poco descolocada dentro de este grupo de 'amigas' que la fuerzan a buscarse un hombre, y en este grupo de amigas se encuentra Hilly (Bryce Dallas Howard) que encarna a esa especie de 'mujer perfecta' que en realidad no es más que una pantalla de una persona despiadada, racista y un poco neurótica. Dentro del abanico de personajes tenemos a la rubiecita vulgar y tonta (pero llena de buenas intenciones) Celia Foote interpretada por una hermosa Jessica Chastain; a la madre de Hilly, interpretada por la siempre genial aunque aquí un poquito desperdiciada Sissy Spacek; la madre enferma de Skeeter, que no parece ser sincera al hablar sobre la 'renuncia' de su criada; y a Minny, otra de las criadas, simpática, buenachona e impulsiva.
El tema de la discriminación racial termina siendo retratado de manera muy liviana, por lo que se puede decir es bastante superficial.
La estética, la fotografía y el vestuario están muy bien.
La película es entretenida y linda. A mí me gustó, aún con su mensaje facilongo, y Emma Stone aún 'afeada' está hermosa, imposible resistirse a esos primerísimos planos.
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