(foto de la revista W)
Indiewire: Hay fans a muerte de Wes Anderson y están el resto de las personas. "Moonrise Kingdom", el séptimo largometraje del director se torna para el lado del primer tipo de público e ignora un poco al resto. Pero si aquellos se abren ante las extrañezas de Anderson, encontrarán una compensada experiencia con un cálido humor.
THR: Esta es una película de Wes Anderson -más liviana que el resto, con una carga emocional más fuerte- que golpeará al no iniciado.
The Guardian: Fue una encantadora y hermosamente labrada, de alguna manera sin fondo, película -excéntrica pero sincera, y pensada a través del más delgado y extraño detalle en el estilo clásico de Anderson.
Screen Daily: Aquellos que se han quejado de que Anderson hace siempre las mismas comedias, maneradas e inexpresivas, aquí tendrán mucho para fortalecer su argumento, pero más allá de la chuchería agridulce, es difícil negar que Wes Anderson conoce su entorno y sabe dramatizarlo elocuentemente.
The Atlantic: Sus momentos de belleza transportadora y brillo visual opacan mi aversión creciente del sello de Wes Anderson y su ultra estilizada impertinencia. Sigue siendo un cineasta que balancea peligrosamente en el borde de su extrañeza, pero Sam y Suzy sacan el lado sincero de Anderson.
Film School Rejects: Hay definitivamente una idea de que Moonrise Kingdom es algo madura, o al menos menos aniñado que los libros infantiles, lo que sin duda ayuda a explicar la sensación sutil de realidad mágica -como la más atemporal de los exitosos libros infantiles (y aquellos que pueden ser leídos por todos) la historia perfectamente transmite cómo los niños ven el mundo, mientras que conserva una especie de elemento dramático atractivo que apela a los espectadores más adultos.
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