A India (Mia Wasikowska, de cuyo talento ya no dudamos) se le muere el padre (Dermot Mulroney) el mismo día que cumple su mayoría de edad. También ese mismo día, al funeral, y a su casa, llega Charlie (el bonito y seductor Matthew Goode), un tío al que nunca conoció, seduciendo inmediatamente a la madre (Nicole Kidman, tersa, fría, correcta).
La primer película en inglés del director de Old Boy, Chan-wook Park, es un relato elegante y sensual sobre el final de la inocencia. Un film tan bien dirigido, que cada plano es una obra de arte, cada movimiento de cámara te lleva de un cuadro a otro. El guión está escrito por un nombre conocido pero que me sorprendió ver como guionista: Wentworth Miller. Para quienes no lo tienen, es el protagonista de "Prison Break" y éste es el primer guión que figura en su cv.
Vivimos este paso a la adultez desde los ojos de India, que lamenta la muerte de su padre sobre todo porque con su madre apenas parece llevarse. Es ella la que transmite pasa de una emoción a la otra, de la ira a la tristeza, del odio al deseo... es quien descubre el mundo a medida que se descubre a sí misma.
Personalmente, disfruté cada segundo de la película. La historia no es lo suficientemente retorcida, pero el poder de las imágenes permite que te metas en ella de inmediato.
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