Había en ella un amor rencoroso y triste hacia Dean, hacia este Dean tan asombrosamente él mismo, un amor siniestro y alocado, expresado con una sonrisa tierna y cruel que me dio miedo, un amor que ella sabía que jamás daría fruto porque cuando miraba aquel rostro huesudo de mandíbulas firmes, con su satisfacción varonil y tan enfrascado en lo suyo, comprendía que estaba demasiado loco.
Mientras tanto espero que estrenen acá "On the road" de Walter Salles. No sé si tenerle fe. Es un libro muy complicado de adaptar. Todavía no me puedo imaginar la película. Pero esperaré y sabré si vale o no la pena.
¡Qué ganas de viajar! De perderse en la ruta, sin un destino pautado.
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