No sé si alguna vez lo conté, pero Tim Burton fue mi primer director preferido. Fue el primero al que empecé a seguir ante darme cuenta que más películas suyas veía, más me gustaban. Aunque es cierto que ya no logra películas como Ed Wood o Big Fish, mis preferidas. Aún así, las noticias de sus próximas películas siempre me llenan de emoción. A veces no está tan bueno. Seguramente, muchos cuando nos enteramos que Burton iba a dirigir Alicia en El País de las Maravillas, creímos que ya era hora, que parecía haber nacido para hacer esa película. Pero entonces se estrenó y fue bastante decepcionante. La próxima novedad que tuvimos fue que iba a dirigir una de vampiros y, para variar, protagonizada por Johnny Depp.
If I can't have you, my love, I'll destroy you!
Dark Shadows está basada en una serie (que no he visto) que retrata la historia de Barnabas Collins, un vampiro a causa de una maldición, que despierta dos siglos más tardes y debe aggionarse al mundo moderno y a la realidad de lo que es su familia (o lo que quedó de ella) actualmente (mientras antes eran los más poderosos de un pueblo que incluso ayudaron a construir, hoy unos pocos descendientes viven en la casi abandonada mansión y casi no quedan rastros de aquel linaje poderoso que alguna vez fueron). La trama de la película es muy interesante. No es una típica película de vampiros, tampoco es una película de terror. Es una comedia negra, con el amor (bueno, pueden llamarlo obsesión si así les gusta más) como tren de la historia, ya que Barnabas ha sido maldito por la bruja Angelique (una increíblemente hermosa y rubia Eva Green), que al no poder tenerlo, quiere destruirlo.
La primera mitad de la película me pareció brillante. Es muy divertido ver a Barnabas en un mundo que no conoce a la vez que intenta sobrevivir como la criatura en la que se ha convertido. También los miembros de la familia son atractivos, más que nada la hija rebelde (divina Chloe Moretz) y la psiquiatra ebria (la siempre magnífica Helena Bonham Carter). Pero ya más cerca del final, la película desborda. Suceden demasiadas cosas y muchas no parecen encajar. También vale la pena destacar cierta aparición que ya adelantan desde los créditos iniciales y es la de Alice Cooper.
Resumiendo, la película de Tim Burton es buena. La estética inigualable y el uso de la música hacen su aporte también. Aún así, hay motivos para seguir expectantes ante la carrera del director, ya que este es un año en que lo tenemos multiplicado por dos. Más cerca de fin de año (el estreno estaba previsto para octubre pero recientemente lo pasaron al 22 de noviembre), se estrena Frankenweenie, la versión largometraje del corto del director. Y yo creo que en el stop motion es una de las técnicas en las que el director más parece inspirarse. Así que de las dos películas de este año, es la que más ansiosa venía esperando.
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